lunes, 15 de diciembre de 2014

Capítulo 16: Toshi vs Devil.

El año 1995 no empezó con buen pie. Laura estaba muy inestable emocionalmente y yo cada vez me desesperaba más en mi trabajo. Naide en Nismo veía que el R33 GT/LM no era un coche ganador. Recuerdo que poco después de comenzar la temporada, cerca de abril, tuvimos una reunión de trabajo.
- Debemos mejorar la competitividad del R33, ¿qué proponen? -dijo el jefe-.
- Su retirada de la competición y el desarrollo de un nuevo modelo de motor central -contesté-.
- No sea tan drástico. En principio, empecemos a trabajar en mejorar el modelo existente de cara a esta temporada y la siguiente. El nuevo prototipo de motor central podría debutar en 1997.
En ese momento me levanté de la sala haciendo aspavientos y jurando en arameo ante aquella situación. Me habían metido en dos proyectos de desarrollo, uno de ellos abocado al fracaso.
Al llegar a casa, la situación no era mejor. Laura estaba llorando cuando llegué, intenté tranquilizarla abrazándola. Después de mucho rato, ella empezó a sentirse mejor. Ella seguía al pie de la letra la medicación, pero debido a que no era muy agresiva, no podía evitar que ella tuviese esas recaídas. Mi válvula de escape, el garaje, en una situación así estaba vetada. Aprovechaba los momentos en que ella estaba mejor para hacer ligeros retoques en mi R32. Todavía no había instalado la suspensión del prototipo ni los frenos.
Los fines de semana en los que no había batalla los pasaba en casa, con Laura, viendo películas o simplemente estando con ella. Recuperé una de mis aficiones, tocar la guitarra eléctrica. Por navidades, Laura me regaló una. El fin de semana siguiente a la reunión, recuerdo que estaba tocando en el salón, con un amplificador comprado en una tienda de segunda mano. Laura llegó al salón, se detuvo y se apoyó en el marco de la puerta con su hombro izquierdo. Recuerdo que tocaba el riff de "Hotel California". La miré y ella sonreía, veía un brillo de emoción en sus ojos. Sin haberme dado cuenta, estaba tocando una de sus canciones favoritas.


Yo seguí tocando, ella se acercó y se sentó en el sofá, a mi lado. Cuando acabé de tocar, apagué la guitarra y el amplificador. Ella seguía sonriendo.
- ¿Te ha gustado?
- Sí, esa canción me encanta. Hacía siglos que no tocabas. Me parece que la última vez que te vi tocar era en el colegio mayor, con aquel grupo en el que tocabas.
Podía ser cierto, en aquella época tocaba en un grupo tributo a AC/DC, nos llamábamos "TNT", en el cual yo imitaba a Angus Young con una Gibson SG como la suya, moviéndome como un gato epiléptico y dando un espectáculo, digamos, lamentable. Aunque la guitarra que me había regalado Laura era muy buena, mi SG era especial, la añoraba, pero por motivos obvios, era mejor dejarla en casa de mis padres y no traerla hasta Japón.
- Laura, ¿cómo recuerdas tus años en el colegio mayor?
- El primero, horrible hasta que te conocí a tí.
- No lo sabía.
- El mes de novatadas fue muy cruel. Conmigo y con Paula se cebaron. El primer día nos hicieron dormir en el balcón en bragas y sujetador. Recuerdo que otro día, en el comedor, dos chicas veteranas nos tiraron la comida al suelo. La peor de todas fue cuando me sacaron de la habitación dos chicos, por la fuerza, me llevaban a rastro hacia las duchas, querían darme una ducha de agua fría, entonces un chico salió de su habitación, también era un novato, pero empezó a decir que me dejaran en el suelo. Los amenazó, me dejaron allí tirada y aproveché para escapar, lo único que vi fue que aquel chico que quería defenderme se estaba peleando con dos veteranos, y que aquel año no volvieron a hacer ninguna novatada más. Cuando se acabó el primer mes, respiré tranquila. Lo único delo que me arrepiento fue de no fijarme en quien era el chico, me gustaría darle las gracias.
- Yo lo conocía.
- ¡Ah, sí! ¿Quién era? Tenía la habitación cerca de la tuya...
- Era yo.
- ¡Oh! Imposible.
- Sí, era yo. Ya te había visto antes, pero aquel día me dolió mucho ver aquello, por eso te defendí. No hablé contigo hasta que os llevé a dar una vuelta en mi coche. Si no llegas a hablarme aquella noche, me hubiera costado mucho dar el paso a mí.
- Vaya, ni idea...
Ella aún seguía sorprendida. Al hablar de aquella noche, no podía evitar recordar aquella escena. Un grito desgarrador de mujer rompía el silencio de los pasillos del colegio mayor. Al salir a mirar, veía como dos tipos llevaban a rastras a una chica que no dejaba de chillar suplicando que la dejasen en paz ni de patalear.Me hervía tanto la sangre oír a aquella chica indefensa que decidí ayudarla. Recordé mis lecciones de Karate y pude defenderla. Pensé que la iban a violar.
Laura me abrazó, parecía más contenta.
- No sabía que antes del día en que nos llevaste a dar una vuelta ya me conocías. Hubiese jurado que era la primera vez que te había visto.
- No sé qué me pasaba cuando te te veía, pero me retraía mucho. Pocos días después de que intentarán darte la ducha fría, intenté hablar contigo en el comedor, pero me parecías tan inalcanzable que me ponía nervioso y decidía pasar de todo.
- ¿Ya te gustaba de aquella?
- Sí, mucho.
- Vaya, te hice sufrir un poquito, ¿eh?
- Sí, pero valió la pena.
Ella me miraba sonriente, su mirada parecía recuperar el brillo que siempre marcó su mirada.
Aquella noche, antes de quedarnos dormidos, Laura volvió a hablarme.
- ¿Sabes una cosa? Antes de ti, yo no había estado nunca con ningún chico.
- Para mí también fuiste la primera, debería llamarte Eva...
- Fue una noche tan bonita... Ahora siento que estoy en deuda contigo, estoy haciéndote vivir una pesadilla.
- No, creo que el que no está dando la talla soy yo, no debería dedicarle tanto tiempo a mis aficiones y centrarme algo más en ti.
- Entiendo que muchas veces soy insoportable y que te dediques a arreglar tu coche como vía de escape, igual que quedes con tus amigos los viernes a medianoche. No debes aparcar tu vida por mi culpa.
En ese momento una sensación de vergüenza ajena empezó a adueñarse de mí, estuve tentado a decirle en que consistían esas reuniones los viernes a medianoche.
A la semana siguiente, tuve una de "esas reuniones a medianoche". Llegamos todos los miembros casi al mismo tiempo. Tenía una extraña sensación, no estaba cómodo. Al llegar fui a saludar a Toshi, pero me contestó de malas formas. Exploté.
- Estoy harto de que me trates así sólo por no ser japonés.
- Ya ves, para ganarte mi respeto no sólo llega con ser rápido. Al resto de miembros les pasa lo mismo.
- Eso no es verdad -dijeron varios de ellos, pero sólo diferencie las voces de Kenji, Hiro, Masao y Kazuma-.
- Toshi, no te pongas así -terció Smokey-.
- Es cierto, no es tan rápido.
- Toshi, te reto, una batalla, tu y yo.
- Acepto.
Ambos subimos a nuestros coches y arrancamos, Toshi me gritó desde la ventanilla el recorrido, ida y vuelta, era un bucle de la Wangan. Aceleré y salí disparado, en todo momento estuve por delante de Toshi. Pero mis peores augurios se cumplieron, tan pronto como acabó la batalla el motor se colapsó. Un nube de humo blanco y un charco de agua lo delataban.
Toshi se acercó a mí.
- Me has dado una lección. Por favor, perdóname.
- Todo olvidado. ¿Amigos?
- Claro que sí -dijo sonriendo-. ¿Es la primera rotura?
- Sí.
- Yo ya he fundido tres motores, es algo natural.
- Da lo mismo.
- ¿Quieres que te acerque a una parada de taxis?
- Te lo agradezco. Primero llamaré a la grúa.
La grúa apareció al cabo de una media hora, el conductor me acercó a casa. Al llegar, Laura vio la grúa y bajó preocupada.
- ¿Otro accidente?
- No, ha sido una avería.
- Menos mal.
Para el lunes siguiente había dado orden en Nismo de que recogiesen mi coche. Encargué un paquete denominado Sport Resetting GT, en el que aligerarían un poco más el coche usando más piezas de carbono, mejorarían su aerodinámica e instalarían un capó delantero de fibra de carbono con tomas de aire más generosas. Al motor le instalaría una nueva electrónica más moderna, un sistema de refrigeración, intercooler y turbos del R33 GT/LM. Lo pintaría de blanco, una pintura algo más ligera que el negro.
Tardaron unos dos meses en tenerlo listo. En ese tiempo devoré muchos vídeos de Best Motoring o Hot Version, en los cuales probaban muchos de mis futuros rivales en batallas. Uno de ellos era un R32, conocido como Blue Devil, cuyo propietario deseaba retar al Mid Night Club, en especial a mí.


Me sabía de memoria sus datos técnicos, pero no lo temía. Sobre todo desde el día en que me entregaron mi R32. Lo probaron en un banco para medir su potencia máxima. Cuando el mecánico salió con la hoja de papel que contenía las curvas de potencia, no podía ser más feliz.
- Su coche entrega una potencia máxima de 825 caballos a 8500 rpm. El par está cercano a 80 kgm a algo más 10000 rpm. Los diferenciales han sido mejorados también. Las llantas son más anchas que las originales.
Al llegar a casa instalé todo el sistema de frenado y suspensión del R33 GT/LM. Miré a su alerón trasero, con un añadido curvo al estilo del alerón del M3 e30 del DTM, eso aumentaría su agarre.
Estaba preparado para todo. Mi R32 ahora sería imbatible, ni siquiera Hiro o su Z podrían hacerme sombra

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